En la casa de las caras
de Bélmez, todo el mundo ha podido realizar fotografías abiertamente. Sin
embargo, desde finales de la década de
los 90, y por orden expresa de la familia de María Gómez Cámara , prohibió que los visitantes realizasen fotografías
a las caras ya que -según la familia- todos sacaban de forma directa o
indirecta algún tipo de beneficio y María, además de soportar el gasto de luz y
de tiempo que su puerta permanece abierta para dar buena acogida a los forasteros, nunca recibía ayuda alguna,
ni tan si quiera por parte del propio ayuntamiento,
que aunque en la entrada del pueblo puso una gran señalización de “ CARAS DE
BÉLMEZ “ , poco se ha preocupado de que el fenómeno siga siendo lo que siempre
ha sido, uno de los casos parapsicológicos más interesantes del mundo, aunque
con el gobierno de María Rodriguez Arias, decía que en un
futuro eso, iba a cambiar.
Pero situados a
principios del año 2000, donde en el
pueblo no había información alguna sobre el tema de las famosas caras, sumando
a esto el recibimiento tan rudo de María con la frase de: "Fotos No", junto con la dificultad de ver los rostros
que tan populares se habían hecho por parte de todos los medios de
comunicación, sumía en una decepción total al vistante, al curioso, y desde
luego al amante del mundo del misterio, haciendo pensar que: ¡Allí ya no había
nada!.
A pesar de que sí que
había, dada su avanzada edad, María ya no quería levantarse a mostrar las caras
a la gente, cosa que antes sí hacía. Así, el
que pudiese que las viera y el que no, pues que no las viese. Todo esto
causó una situación paradójica y María era consciente de ello aunque en
silencio. Para situarnos con lo que sucedía, por ejemplo si un investigador, acude ilusionado a Bélmez de la Moraleda con
el fin de ser testigo de este maravilloso acontecimiento que ha tenido
repercusión en todo el mundo relacionado con los enigmas, y se encuentra a la
solitaria María, hundida en su sillón, con cara de pocos amigos y que ante la
sonrisa del visitante ella le responde: “
fotos no”, añadiendo a que María lo único que dice es: “ Ay están las caras ...”, el investigador, busca y busca sin
encontrar nada más que dos o tres caras que parece que están expuestas para ser
contempladas... y entonces lo que ocurría es que las personas que iban a la
casa se llevaban una decepción absoluta. Todo, a causa de lo anteriormente comentado, por el estado anímico de María Gómez.
La persona que entrara
a la casa lo que podría ver claramente con un solo primer vistazo, es la única
cara que se ve es la llamada “ El Pelao” que está apoyada en la pared, o bien
“La Pava” situada en la hornacina y que
tantos titulares a promovido.
Los investigadores
pensaban que la nitidez de las caras era
a causa del estado anímico de María. Así, se considera que este fenómeno
paranormal conocido como teleplástias tiene como factor fundamental la “psique”
de alguna persona y en este caso probablemente de María Gómez Cámara.
Todas las hipótesis de
los investigadores, alrededor del año 1996, acerca de la formación de las Caras
de Bélmez, relacionaba la existencia de un antiguo cementerio del siglo XII en
los subsuelos de la zona y que coincidiendo con la remodelación de la iglesia
de Bélmez, que se encuentra lindando con la casa de María, fueron extraídos los
restos de algunos enterramientos antiguos y junto a ellos lo que quedó del
cementerio del siglo XII, posiblemente de origen musulmán. Esta reforma fue
realizada durante el año 1971,
casualmente la primera cara hizo aparición el día 23 de Agosto de ese mismo
año, y coincidiendo con que María se encontraba
gravemente enferma por las “fiebres de
malta”.
Así, los fenómenos paranormales, tienen mucho que
ver con los Estados Alterados de
Conciencia o de la Mente que sufren los testigos o sujetos que están situados
en un primer plano con dichos fenómenos. Como es lógico, María, afectada
por este tipo de dolencia tiene las condiciones propicias para que se produzcan
este tipo de Estados Alterados que producen lo que llamamos “psicorragia o
telergia”, que son emisiones de energía descontrolada y que puede incidir en un punto
concreto. Por ello, se decía que la propia María era la que de alguna
manera provocaba la aparición de esas caras en su casa.
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