El 23 de Agosto de
1971, en Bélmez de la Moraleda (Jaén) se
vivía un caluroso día de verano, pero a pesar de ello en el interior de las
casas se agradecía el frescor que proporcionaban las gruesas paredes. Doña
María Gómez, (dueña de la casa) cocinaba tranquilamente en la cocina de su casa
realizando los menesteres propios; Cuando de repente se percató de que en el
suelo junto al fogón de la cocina, había una extraña mancha.
La mancha después de
haberla examinado meticulosamente por ella y su marido Juan Pereira, resultó
ser una especie de rostro informe.
Ambos, la examinaron
una y otra vez, sin saber ciertamente de lo que se trataba.
Miguel, hijo de la
familia Pereira, conseguía imaginar un rostro. Ese día no se le dio mucha
importancia, pero conforme transcurrían las horas aquel rostro sin forma se
convertía en la imagen clara de una faz humana.
La familia Pereira
salió aterrada de la casa, cuando vieron al día siguiente esa imagen sobre el
suelo de cemento.
En el pueblo se
despertó la curiosidad por la extraña imagen que en la casa de María había
tenido aparición. Los propios vecinos, hacían referencia a que la imagen se
parecía a la Santa Faz que hay en la Iglesia de Jaén, y la verdad es que la
tenía.
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